Entrevistamos a Roger Ribó, director general de la revista gastronómica Foodie Culture

Roger Ribó, director general de Foodie Culture.

Actualmente soy el director de la revista gastronómica Foodie Culture. Estudié Ingeniería Informática y sigo trabajando como consultor de IT en paralelo a la dirección de la revista.

¿Qué inspira el nacimiento de Foodie Culture?

El detonante fue sin duda el interés del público general por la gastronomía.

Uno de los temas de conversación más recurrentes de nuestra vida social son nuestras propias experiencias en restaurantes; queremos explicar las nuevas propuestas que hemos descubierto, las historias de quienes están detrás de los fogones, los productos que consumimos, y sus orígenes. Mitificamos a los que lo hacen muy bien y criticamos lo que no nos ha gustado, pero siempre queremos saber más.

Este factor se ha unido a la necesidad de los restaurantes de contar una historia, de convertir el tiempo del cliente en una experiencia, y esto se tiene que comunicar más que nunca; Porqué el perfil del cliente ha cambiado, hace años se buscaba la fidelización del cliente, ahora todos tenemos una lista de restaurantes pendientes de probar, por lo que no repetimos con las misma frecuencia nuestros favoritos. Esto hace que los restaurantes necesiten clientes nuevos constantemente, citando a Jon Giraldo “La nueva propina para los restaurantes es que te recomienden”.

Juntando estos dos motivos, la necesidad de comunicar de los restaurantes y el ansia de los clientes de conocer estas historias dan lugar al nacimiento de la revista Foodie Culture, una revista de papel (Sí, el papel no ha muerto) que de una forma muy cuidada da voz a los chefs y restauradores que tienen alma en sus propuestas.


¿Cuál es el perfil actual de Foodie?

Un Foodie es una persona con un interés refinado por la gastronomía, busca nuevas experiencias culinarias como hobby en lugar de simplemente comer por conveniencia. Es el típico amigo que conoce los restaurantes de moda y comparte sus experiencias en su círculo social.


¿Y el perfil del lector de la revista?

Los foodies cada vez son más y tienen un interés natural por nuestra revista, pero nuestros lectores van más allá del foodie, también llegamos a aquellos que sin la necesidad de adquirir material gastronómico o seguir a influencers del sector, disfrutan de ir a comer bien sin tener que moverse en el mundo Foodie. Por otro lado, los turistas llegan a Barcelona sabiendo que la gastronomía local es un referente mundial. Nuestros lectores extranjeros encuentran la revista en sus hoteles y la utilizan como guía a la hora de elegir restaurante.

¿En qué te inspiraste para llevar a cabo este proyecto?

Foodie Culture es un negocio, identificamos una necesidad y la explotamos comercialmente. Todo el equipo tiene una gran pasión por la gastronomía y es una suerte para nosotros poder trabajar en un sector tan agradecido.

¿Cuál es el objetivo principal de Foodie Culture?

Hacemos una revista de personas, y las personas nos explican en primera persona su relación con la gastronomía. Nuestro objetivo es seguir haciendo llegar estas historias al público general, mediante una cuidada selección de contenidos.

Ejemplar #2 Foodie Culture